Recomiendo...
Hace unos días, mi prima Rosa María me regaló una cajita de caramelos de gengibre que me hicieron pensar cómo cada detalle cada pequeña cosa tiene su trascendencia. El gengibre o jengibre es un rizoma más o menos carnoso que tiene un aroma que recuerda al limón; cuando se prueba, el gusto "alimonado" da paso al picante. En Asia y Sudamérica es muy usado como condimento en sopas, guisos, etc...incluso para refrescos (creo que Maribel así lo hace). El picor vivo que se siente degustando el caramelo es similar al del ají, chile o guindilla, eso sí, sin el aroma de pimientos característicos del ají...pero el picor del ají comienza a sentirse desde que nos entra en la boca y se siente primero en la punta de la lengua e incluso en los labios, en cambio, y misteriosamente, el picor del caramelo de gengible se empieza a notar en la garganta y va ascendiendo en la boca hacia el paladar, la parte basal de la lengua, etc, pero no se llega a asentar en la punta del órgano lingüal. Por cierto, si podéis, probadlos...os gustarán.
No hay comentarios:
Publicar un comentario