Movimiento Neocatecumenal en las Tendillas.
Estábamos sentados, Pachacusi y yo, en uno de los bancos de las Tendillas y disfrutábamos de sendos helados de David Rico (lo siento Charki, pero son los que más me gustan) cuando se nos acercaron dos jóvenes del movimiento Neocatecumenal y nos dieron una importante noticia: que Jesús había sido crucificado para expiar los pecados de nosotros dos...me sentí fatal...¿era necesario?¿he pecado tanto?. En otro orden de cosas, los dos acólitos neocatecumenales estaban a años luz de los chicos que despliega la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Ultimos Días pues les faltaba elocuencia, argumentación y no iban uniformemente vestidos (extremo este muy importante); en realidad se limitaron a decir que eran pecadores y que seguían pecando pero que habían alcanzado la felicidad en la comunidad. Lo más inquientante eran las miradas que a ratos se perdían en no se sabe qué punto...para mí que iban hasta el culo de glutamato monosódico.
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