Chernobil...

En abril se cumplirán 21 años desde que ocurrió este terrible accidente. Que sirva esta entrada como recordatorio de lo peligroso que puede ser que el hombre juegue con la naturaleza y también para recordar el valor de los que se sacrificaron para contener la fusión del núcleo. Muchos de los bomberos, militares y sanitarios que trabajaron en Chernobil, los llamados "liquidadores", han perdido la vida o sufren cáncer. Todos recibieron una distinción en la que aparecen los tres tipos de radiaciones (alfa, beta y gamma) atravesando una gota de sangre. Por cierto, la cadena de acontecimientos que desembocó en la catástrofe comenzó con un experimento que tenía la intención de aumentar la seguridad del reactor.