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viernes, 7 de septiembre de 2007

Los Gorilas de montaña amenazados otra vez por la guerra.


De nuevo el hombre, el maldito hombre...parece que tropas leales al general tutsi Laurent Nkunda se han hecho con el control de la mayor parte del Parque Nacional de Virunga, donde residen más de la mitad de los gorilas de montaña del mundo (Gorilla gorrila beringei). Los montes Virunga se encuentran situados al este de la República Democrática de Congo, cerca de las fronteras de Uganda y Ruanda, zona toda ella en permanente conflicto.

El ataque de los rebeldes ha forzado la evacuación de 300 guardias forestales encargados de velar por los gorilas que viven en el parque. Norbert Mushenzi, del Instituto Congoleño para la Conservación de la Naturaleza (ICCN), y director del sector norte del parque, señalaba que sus guardas ya no podían proteger a los gorilas. De esta manera, a las más de 4 millones de personas que han muerto en este conflicto se pueden sumar las vidas de estas apacibles criaturas.

En lo que va de año han muerto de forma violenta nueve gorilas, presuntamente a manos de traficantes de carbón vegetal...y en los diez años que dura la violencia en el país, 150 guardias han muerto a manos de distintos grupos armados que han ido ocupando el parque de los Virunga en diferentes ocasiones; además han acabado con varios grupos de machos de "espala plateada", hembras y crías.

La persona que nos acercó a todos a esta subespecie de gorila y supo despertar nuestra admiración y respeto hacia estos increíbles animales fue la zoóloga Dian Fossey: Su paciencia y su meticulosa observación de los gorilas le permitieron comprender e imitar su comportamiento, ganando paulatinamente la aceptación de varios grupos. Aprendió a reconocer las características únicas de cada individuo, consiguiendo tener con ellos una relación de confianza y afecto que, con algunos gorilas, y tras el transcurso del tiempo llegó a ser de amistad.
Karisoke, su lugar de estudio, se convirtió en centro internacional de investigación sobre los gorilas cuando ella fundó el Centro de Investigación de Karisoke en 1967. Allí está enterrada, su tumba junto a la tumba de Digit, uno de sus amigos.

En los 22 años que estuvo junto a gorilas, Dian se enfrentó y combatió a los cazadores furtivos que, con sus acciones, estaban llevando a los gorilas de la montaña a la extinción. Esta lucha le creó muchos enemigos y probablemente fue el motivo de que la asesinaran cobardemente, a machetazos, en 1985; su muerte fue atribuida al jefe de los cazadores furtivos de gorilas contra los que luchó.
Su trabajo contribuyó en gran parte a la recuperación de la población de gorilas y a la desmitificación de su comportamiento violento; además consiguió atraer un turismo ecológico que pagaban por presenciar a estos hermosos animales e inyectaban divisas en la maltrecha economía de la zona.

En 1983 publica Gorilas en la niebla, libro en el que expone sus observaciones, sus experiencias y su relación con los gorilas de los Montes Virunga, libro que recomiendo leer.

En 1988 la vida y obra de Dian Fossey fue llevada al cine con el título "Gorilas en la niebla", dirigida por Michael Apted y protagonizada por Sigourney Weaver.

5 comentarios:

Tío Marvin dijo...

Hola, q tal? te kería hacer una consulta xq esta mañana he leído un artículo de opinión en el periódico donde decían que no existen pruebas concluyentes de que el DDT se acumule en el organismo como dicen los ecologistas y que al prohibir su uso han fomentao que se extienda la malaria. Es eso cierto?
Además no sabía que al inventor del DDT le habían dao el premio Nobel y que gracias a este insecticida se erradicó la malaria de Europa y EE.UU.
Te dejo q investigues, espero tu respuesta

Miski dijo...

Lo del premio Nobel es cierto pero esto no convierte al DDT en un producto bueno. El DDT se acumula en el organismo y esto es así porque es un organoclorado: este tipo de compuestos es muy soluble en las grasas y poco soluble en agua, lo que hace que se quede "pegado" en los depósitos de grasa que tienen los animales como reserva energética. Como otros organoclorados y organosfosforados, actúan por su semejanza a moléculas que están presentes en los seres vivos, como hormonas o neurotransmisores, de manera que interfieren en sus funciones, bloquean rutas metabólicas, etc...su "persistencia" es debida a que no son fácilmente metabolizables (digeribles) por los organismos debido a que son estructuras nuevas que nunca antes habían estado presentes en el transcurso de la evolución para que los seres vivos "aprendieran" a tratarlas y eliminarlas. Si pones en el medio una sustancia que no se degrada, que se fija a la materia orgánica y que es poco metabolizable, pasará de forma rápida a la cadena trófica (de los alimentos); en cada nivel más alto de la cadena encontraremos concentraciones superiores de estos tipos de productos puesto que los organismos los ingieren pero no pueden deshacerse de ellos quedando acumulados en la grasas. En Europa se prohibió su uso hace mas de 20 años y aún está presente en la leche de las madres con lactantes.
Lo de la Malaria tiene gracia...si fuese una enfermedad de países ricos hace tiempo que las empresas farmacéuticas habrían encontrado una cura.

Anónimo dijo...

Aún recuerdo la emoción cuando vi la peli (no sé si tú venías)o cuando lei el libro. Ay África!!! Una herida tan extensa y profunda que dudo cicatrice jamás.

BUDOKAN dijo...

Un post revelador sobre un tema que a pesar de que se han hecho films pasa totalmente desapercibido en los medios. Lo que comentas en el post es realmente alarmante. Saludos!

Anónimo dijo...

magnífica película... que pena que los animales por los cuales está zoóloga dió su vida siguen siendo masacrados cruelmente.
Si no somos capaces de respetar y proteger a los que son nuestros primos... qué no haremos con el resto de la naturaleza =S