Sobre los Reyes Magos.

Estoy en mi cuarto, dormido y empeñado en que las molestias en las vías altas no pasen a mayores; de repente el retumbar de los tambores me despierta y el sonido llena toda la casa que está completamente a oscuras. Desde lo calentito de mi cama escucho cómo se cuela la sordidez de la calle..."que me pisas", "tira caramelos hijoputa", "me vas a tocar la punta la polla"...a estas frases se unen el ruido de los tractores, los gritos y el inconfundible impacto de los caramelos (antes los caramelos no terminaban en el suelo pisoteados). El acompasado bom, bom, bom es casi agradable pero lo demás sobra: enciendo el reproductor de CD y meto mi "Música para momentos especiales"...empieza a sonar "Kikujiro no natsu" y el mundo, de nuevo, comienza a desvanecerse...